El Camino de Santiago como terapia de reinserción
Desde Sarria (Lugo) a Santiago de Compostela (A Coruña): 113 km del Camino de Santiago. Es el recorrido que ha hecho a pie un grupo de presos del Centro Penitenciario de Mallorca. Cada año, desde hace 26, el sacerdote Jaume Alemany, director de la Pastoral Penitenciaria de Mallorca, hace el Camino acompañado de una decena de presos. Se suman algunos profesionales de la prisión y voluntarios. Jamás se le ha escapado un preso. Se trata de un Camino terapéutico, una experiencia de éxito que apoya la Dirección de Instituciones Penitenciarias.
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Un equipo del programa Crónicas de TVE les ha acompañado durante este Camino que resulta ser transformador para los internos. Porque la cárcel, no solo puede significar castigo, explica Jaume Alemany, ha de servir también para poner remedio, saber por qué una persona ha cometido un delito y ofrecerle la posibilidad de aceptar su responsabilidad y cambiar, porque llegará un día en el que saldrá a la calle. Y debe hacerlo mejor de lo que entró, y no al revés, como suele suceder.
Alemany se llevaría al Camino incluso a presos conflictivos porque está convencido de que lo que no consigue la dureza del régimen lo consigue la templanza y una relación confiada. Pero de momento, solo pueden acceder a esta actividad los que no han cometido asesinatos ni violaciones, es decir presos que han cometido robos o estafas, muchos de ellos relacionados con tráfico de drogas, y que en alguna ocasión han tenido permisos y han vuelto a la prisión sin problema.
Debemos acatar las normas y las acotaciones porque es la única forma de salir de la crisis.