La segunda ola de esta pandemia que está arrasando con todo vuelve a amenazar nuestra vida diaria. Las nuevas restricciones suponen un dolor de cabeza para muchas personas, y en el caso de las chicos y chicas que acaban de salir de prisión todavía lo viven con más dificultad. Estos días los profesionales y voluntarios del PAO, Punto de Atención y Orientación, redoblan esfuerzos para cubrir las necesidades de los usuarios que visitan el servicio.

Los voluntarios y voluntarias colaboran junto a Betlem Roman, trabajadora social, i Pili Pintor, administrativa, en el servicio de reinserción social postpenitenciario de la Fundación. Desde  estas oficinas, ubicadas en Torres Amat 15 de Barcelona, realizan la planificación y el itinerario a seguir de los usuarios del servicio, es decir, el de todas aquellas personas que están en la Llar La Mercè, el recurso residencial en Sant Feliu de Llobregat. Tratan aspectos laborales, personales…una poco según las necesidades de cada persona.

Trabajan de manera coordinada con los otros técnicos, como por ejemplo con la educadora y el integrador social, que se encuentran en la Llar La Mercè. En el piso de acogida el trabajo se basa más en la observación, en la conversación, todo es mucho más cercano. La proximidad sirve para conocernos mejor y para detectar esos puntos a trabajar, tanto las carencias como los puntos a favor.

Talleres FOL y de autoconocimiento

Núria Gascón, la integradora social de la Llar la Mercè de Sant Feliu, realiza talleres con los chicos cada viernes. El módulo de Formación y Orientación Laboral (FOL) pretende dotar a los chicos de estrategias para incorporarse a un mundo laboral en constante evolución…En este módulo se propicia el espíritu emprendedor de los usuarios y la capacidad de asumir responsabilidades.

Por otro lado están los ejercicios de autoconocimiento, que sirven para mejorar la imagen que tenemos de nosotros mismos y  favorecen la introspección. Definimos el autoconcepto personal como el conjunto de conocimientos y actitudes que cada uno tenemos sobre nosotros. El reconocimiento del propio estado anímico o sentimental y el simple hecho de compartirlo y expresarle ante el grupo, elimina en parte ansiedades y frustraciones produciendo un clima relajado y gratificante.