
Una Luz en Medio de la Pobreza: La Guardería que Cambia Vidas en Xai-Xai
Desde 2016, la Guardería San Pedro Nolasco ofrece cuidado, alimentación y educación a niños del barrio 2013 en Mozambique, brindando esperanza a una comunidad marcada por la desigualdad
En el barrio 2013, uno de los más empobrecidos del distrito de Xai-Xai (Mozambique), la presencia de la Guardería San Pedro Nolasco se ha convertido en un rayo de esperanza para decenas de niños y niñas. Desde su apertura en el año 2016, esta guardería, impulsada por los Padres Mercedarios, no solo brinda cuidado y atención, sino que representa una oportunidad real para que muchos pequeños puedan tener un futuro distinto al que les marca la dura realidad que los rodea.
En un contexto donde la pobreza extrema obliga a muchas familias a tomar decisiones dolorosas, como dejar a sus hijos solos durante horas mientras trabajan o incluso enviarlos a las calles a buscar sustento, la guardería cumple un rol esencial. Aquí, los niños reciben alimentación diaria, acceso a educación inicial y un entorno seguro donde pueden desarrollarse emocional y socialmente.


La guardería no solo cubre una necesidad básica, sino que también siembra esperanza en una comunidad golpeada por la desigualdad, la falta de recursos y las pocas oportunidades.

Hasta el año 2021, la guardería también albergaba un comedor que proporcionaba alimento a más de 300 niños y niñas. Para muchos de ellos, esa comida era la única del día. «Las madres salen muy temprano hacia sus huertas o al mercado para vender lo poco que pueden cosechar, y dejan a sus hijos al cuidado de hermanos mayores, sin desayuno ni nada que llevarse a la boca», relatan desde el equipo misionero.
El director de la escuela primaria, ubicada a 2 kilómetros, solicitó ayuda urgente a la guardería al constatar que muchos niños llegaban en ayunas y se dormían en clase por debilidad. La situación era alarmante. El comedor, en ese momento, representaba una respuesta concreta y vital para combatir la desnutrición infantil en el barrio.
Sin embargo, en 2021, el comedor tuvo que cerrar sus puertas. La causa: la falta de fondos. La crisis económica global, agravada por la pandemia del COVID-19, disparó la inflación y el costo de los alimentos en Mozambique se ha triplicado desde entonces. «No tenemos medios económicos para abrir el bendito comedor», lamentan con dolor los responsables de la misión.
Hoy, la Guardería San Pedro Nolasco continúa atendiendo a los niños con lo que puede, pero sin la posibilidad de llegar a tantas familias como antes cuando el comedor estaba abierto.


Video de las niñas y niños cantando en la guardería una canción de celebración (clicar enlace para ver):