Niños de 3 años viviendo en prisión, una triste realidad
Actualmente hay niños de 3 años viviendo en algunas cárceles de España. Si bien es cierto que esta triste realidad no ocurre en todas las prisiones, sí que se debe remarcar que se trata de una situación que cada vez es más recurrente. España es el país de la Unión Europea con mayor tasa de mujeres en prisión, debido principalmente a mujeres extranjeras que cumplen largas condenas en nuestro país. En 2015, se contabilizaron unas 5.130 internas, lo que supone un 7,81% de toda la población reclusa.
La Fundación tuvo la oportunidad recientemente de visitar una de las cárceles que acoge a los pequeños hasta los 3 años, concretamente el Centro Penitenciario de Mujeres de Wad-Ras. Nos pudimos dar cuento que seguramente los niños se benefician de una alimentación, una higiene, un seguimiento médico y una educación que en sus casas jamás hubieran tenido, pero no dejan de estar en un centro penitenciario y pueden tomar conciencia que la suya no es una familia normal ni viven en una casa como cualquier otro niño de su edad.
Muchos estudios confirman que los niños hasta los tres años no guardan recuerdos del lugar donde han estado. Si intentamos recordar episodios de nuestra vida durante esa franja de edad, mucho de nosotros, prácticamente la total mayoría, no recordaremos situaciones concretas. El debate sobre si es ético tener a los hijos de las reclusas en centros está abierto. ¿Es mejor para los menores tener a una madre cerca o verla una vez a la semana?
Hasta la reforma de la LOGP de 1996, las reclusas podían tener a sus hijos con ellas en prisión hasta que estos cumplían los 6 años. Tras modificarse, los niños sólo podrán permanecer en la cárcel hasta los tres años. ¿Esto es justo para los niños? Esos menores, sin cometer delito, cumplen condena junto a sus madres.