Un grupo de funcionarios del Departamento de Justicia de Corea del Sur nos ha visitado  hoy, lunes 19 de junio, en nuestro Hogar Mercedario de Barcelona. El objetivo de este encuentro ha sido conocer nuestro modelo de reinserción con los reclusos de tercer grado a través de nuestro Hogar para poder implantarlo en su país.

Con un gran ambiente y mucha cordialidad, los mercedarios de la comunidad del Hogar,  Jesús Bel, José Maria Carod y Fermín Delgado, se han encargado de explicar detalladamente toda la metodología y la forma del funcionar de nuestro piso de acogida. Horarios, normas, reparto de tareas domésticas, convivencia…un conjunto de consejos que han servido para que los funcionarios puedan coger ideas para futuros proyectos propios.

«Queremos saber como funciona este tipo de Fundación, cómo se trabaja con los presos para favorecer el proceso de reinserción a la sociedad, queremos aprender la metodología para en un futuro poder implantar un proyecto como este en Corea del Sur, apunta Yeongi Cho, funcionario coreano.

Los mercedarios les han hecho entrega de un manual con toda la normativa de nuestro piso de acogida. Pensamos que para una buena causa como esta es necesario facilitar información y compartir conocimiento para que otros países puedan desarrollar proyectos como el nuestro, porque al fin y al cabo, lo que buscamos es que cualquier persona en el mundo que pide y lucha por una segunda oportunidad, pueda tenerla.

Otro de los puntos clave, por los cuales todos los funcionarios han mostrado mucho interés, ha sido nuestra coordinación con las cárceles, nuestro proceso de selección de los futuros presos que vivirán en nuestro Hogar, nuestro trabajo con los asistentes sociales, la convivencia con los vecinos, el tiempo de estancia,  y nuestra forma de financiar un proyecto de esta magnitud.

Los coreanos se han mostrado muy sorprendidos por nuestra forma de trabajar, mucho más cercana y natural de lo que uno se puede imaginar desde fuera. Existen muchos prejuicios entrono al mundo penitenciario, se suele pensar que en un Hogar de estas características puede haber un ambiente hostil y una forma de proceder con los reclusos mucho más rígida y con mucha más seguridad.

Se debe destacar que la integración del Hogar en el barrio es absoluta, ya que después de 45 años los vecinos tienen muy normalizada e interiorizada la convivencia con los reos. De hecho, en algún conflicto con la ley, robo o altercado que ha podido suceder en el barrio durante tantos años, los vecinos jamás han señalado a nuestros reclusos por el hecho de ser personas que están cumpliendo condena. El buen trabajo del Hogar ha servido para ganarnos un respeto de la comunidad y ser referente en el ámbito penitenciario.

Después de dos horas de reunión, de intercambio de ideas y de diálogo entre todos los integrantes de la reunión, Jesús Bel y José María Carod han mostrado las instalaciones donde hospedamos a diez presos. Las habitaciones, lavandería, comedor, cocina…los coreanos han podido observar las condiciones de vida de todos ellos.

La visita ha concluido con una entrega de obsequios y con el agradecimiento mutuo por un encuentro tan enriquecedor. Seguro que en un futuro volveremos a encontrarnos.

¡Muchas gracias chicos!