Perros en la cárceles, programas en Europa y Estados Unidos que revolucionan el mundo penitenciario
Muchas prisiones buscan nuevas fórmulas para mejorar su modelo y favorecer el proceso de reinserción de los reclusos. Una de ellas, cada vez más en auge, tiene que ver con uno de los animales que más adoramos: los perros. En algunas cárceles, cada vez en más de ellas, viven estos adorables animales de compañía. Y no, no es que hayan cometido un delito, sino que son perros callejeros que forman parte de una terapia.
Desde la fundación celebramos y apoyamos cualquier iniciativa que humanice el mundo de la prisión, como en el caso estos programas, donde los internos se convierten en educadores y ayudan a los perros a tener más opciones de ser adoptados. La relación es recíproca, ya que ellos también aumentan la posibilidad de tener una vida mejor fuera de la cárcel a través de la formación adquirida.
Los perros que acuden a esta cárcel han sido abandonados y con frecuencia maltratados. En este caso la cárcel se convierte en casa de acogida para los canes hasta que están listos para ser adoptados.
Una iniciativa realmente estupenda que ayuda a la resocialización de los encarcelados a través de su trabajo con los perros y al mismo tiempo resuelve un gran problema en las perreras.
Existen varios ejemplos en los que se ha aplicado esta creativa iniciativa:
– Dogs on the inside, así se llama este documental rodado en una cárcel de Massachusetts, una película que muestra cómo unos y otros se ayudan para lograr es
a crucial nueva oportunidad.
– En la cárcel de Quatre Camins también se ha desarrollado un programa piloto de terapia con perros abandonados, organizado por la Societat Protectora d’Animals de Mataró.
– Una mirada a la relación entre animales callejeros e internos en la cárcel más grande de Serbia, en Sremska Mitrovica, que ha creado un refugio de perros dentro de su complejo.