¿Qué son los presos-sombra?
A raíz del mediático caso de los presuntos parricidas de Godella, actualmente presos en la cárcel de Picassent, muchos de vosotros habréis escuchado hablar estos últimos días en los medios de comunicación sobre los «presos-sombra».
Se suele llamar ‘preso sombra’ a la persona que “orienta, escucha y observa” a los nuevos presos si son incluidos por Instituciones Penitenciarias en los programas de prevención de suicidios. Los internos de apoyo son reclusos especialmente seleccionados y entrenados para acompañar a los presos incluidos en el programa de prevención de suicidios. Estas personas se encargan de orientar al nuevo interno en cómo funciona la cárcel, le acompaña y sabe escuchar y observar.
Se trata de internos que de manera «voluntaria» están con el recluso sometido a este sistema —no remunerado— «las 24 horas» y que se unen a este programa para «contribuir en las tareas de seguimiento, apoyo y atención de aquellos internos que tengan signos depresivos». Sin embargo, aunque se le llame interno de apoyo, no quiere decir que las funciones sean llevadas a cabo por un solo preso, sino que pueden participar varios. «Que se le llame preso-sombra no quiere decir que sea un único recluso el que presta el apoyo, sino que pueden ser dos o tres los que realicen esas tareas de soporte», aseguran fuentes de Instituciones Penitenciarias. Entre las funciones que tiene un interno de apoyo están el acompañamiento durante las 24 horas del día, la asistencia a todas las actividades no colectivas, compartir la celda con el preso sometido al programa, el acompañamiento en momentos especialmente sensibles «como es el ingreso en prisión», además de la «observación preventiva en otros módulos».
El programa antisuicidios, que debe durar como mínimo dos semanas, no conlleva ningún beneficio penitenciario para el preso-sombra, no conduce hacia «ninguna reducción de condena». «No hay incentivos penitenciarios pero, cuando se revisa su expediente, y el interno en cuestión fuera merecedor de permisos o tuviera alguna salida programada, la colaboración en este programa ayuda a conseguir esos permisos», explican desde Instituciones Penitenciarias.
¿Quién puede ser preso-sombra?
Aunque el programa no reduzca la condena del interno que realice este programa colaborativo, sí existen una serie de requisitos para poder llevar a cabo esta función. Según Instituciones Penitenciarias, los reclusos que quieran ser internos de apoyo deben presentar una «adecuada capacitación, actitud y motivación». Además, deben encontrarse en una situación estable en la prisión y sin «un traslado previsible». Por otro lado, los presos-sombra no pueden tener «sanciones» por conductas tipificadas, deben carecer de antecedentes de autolesiones o de «enfermedad mental grave» y no pueden ser consumidores activos de drogas.