Los presos tendrán 2 horas más al mes para llamar a sus familiares
Instituciones Penitenciarias alarga de 5 a 8 minutos la duración de cada llamada al exterior e iguala así el tiempo que ofrecen las cárceles de la Generalitat
Desde el 2 de julio, los presos disponen de dos horas más al mes para comunicarse telefónicamente con sus familiares. A partir de ahora gozarán del mismo tiempo del que disponen los reclusos internados en las cárceles gestionadas por la Generalitat de Cataluña.
Según datos ofrecidos por El Independiente, Instituciones Penitenciarias ha dirigido un oficio a las direcciones de los centros informándoles de que las llamadas telefónicas al exterior de los presos pasarán a tener una duración de hasta ocho minutos cada una. Un augmento de 3 minutos respecto ahora. La pretensión es que los internos “tengan más contacto” con sus familiares, indican fuentes de Prisiones.
En su artículo 47, el Reglamento Penitenciario reconoce al recluso el derecho a realizar cinco llamadas a la semana cuando los familiares residan en localidades alejadas o no puedan desplazarse para realizar la visita. El coste corre a cargo del interno salvo en los casos en los que se comunica el ingreso en un centro penitenciario o su traslado a otro establecimiento.
Para poder llevar a cabo dichas comunicaciones, el preso debe solicitar previamente a la dirección del establecimiento la autorización para un máximo de diez números telefónicos. También debe indicar nombre y apellidos del comunicante y parentesco o relación con el mismo. Finalmente debe acreditar la titularidad del teléfono.
Número de comunicaciones
Las instrucciones dictadas por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias en los últimos años han ido elevando el número de llamadas hasta quedar establecidas en diez comunicaciones telefónicas a la semana. Se trata del doble de las fijadas cuando se redactó el Reglamento Penitenciario hace casi cuatro décadas. Con el incremento de la duración que empieza a aplicar el Ministerio del Interior desde esta semana, por tanto, se pasará de 50 a 80 minutos semanales.
Fuentes del departamento que dirige Ángel Luis Ortiz informó a El Independiente que se ha decidido ampliar la extensión de las llamadas telefónicas aprovechando el cambio progresivo que se va a acometer en el procedimiento en prisión. Las fuentes indicaron que con este cambio se pretende reducir los casos de introducción de teléfonos móviles, prohibidos en prisión. Según las estadísticas de Interior, como informó El País, se han incautado más de 17.000 terminales en el interior de las cárceles desde el año 2000.
Equiparación con Cataluña
Con la ampliación de la duración de cinco a ocho minutos, las prisiones del resto del Estado se equipararán al régimen existente en los centros penitenciarios gestionados por la Generalitat. En las cárceles catalanas se ofrece al recluso la posibilidad de realizar diez llamadas telefónicas a la semana con una duración individual de hasta ocho minutos.
Junto a las conversaciones por teléfono, los internos pueden mantener comunicaciones en locutorios del establecimiento penitenciario con los familiares y amigos autorizados previamente, con una duración de 20 minutos. Estos son acumulables en una sola comunicación de 40 minutos durante el fin de semana, y con hasta cuatro personas al mismo tiempo.