La Orden de la Merced, a través de la comunidad de Palma de Mallorca, celebró el jueves 26 de setiembre la 1ª Cena Solidaria en beneficio de la obra social de los mercedarios. Más de un centenar de personas asistieron en un acto que contó con la presencia del Obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull; el provincial de la Orden de la Merced de Aragón,  José Juan Galve; el vicario general de la diócesis, Antonio Vera; el delegado de Pastoral Penitenciaria, Jaume Alemany; el superior de la comunidad de Palma,  Ignacio Conesa; y la directora de la Fundación Obra Mercedaria, Núria Ortín.

La cena, que tuvo lugar en el Celler Sa Premsa, fue una gran ocasión para presentar a la Fundación Obra Mercedaria, la institución que canaliza la obra social de los mercedarios de la
Provincia de Aragón. Antes de la cena, Ana Flavia, responsable de la obra mercedaria de Palma, tuvo unas palabras para todos los presentes. «Hoy estamos todos juntos para apoyar este gran proyecto, para que mucha gente se junte con nosotros y sigamos formando y aumentando esta gran familia, la familia mercedaria».

El provincial de la Merced de Aragón, José Juan Galve, también quiso remarcar «la importancia» de celebrar con tanta gente un acto como la cena solidaria, ya que indica que la comunidad está más viva que nunca.  Los comensales, después de la visualización de un vídeo que mostraba la labor de los mercedarios en la comunidad de Palma, disfrutaron de un menú mallorquín y de una agradable sobremesa que sirvió para conocerse mejor.

Obra social de Palma

Los mercedarios trabajan en la prevención del delito, en el acompañamiento al preso durante su estancia en la cárcel, y en la reinserción social a través de Hogares de Acogida. Y siguiendo esta línea de trabajo la comunidad ofrece cada viernes un servicio de ropero que ofrece a todas esas personas que no tienen recursos un poco de ropa y comida. Se trata de una iniciativa que ayuda a la prevención del delito, ya que muchas personas se ven obligadas a robar cuando no tienen nada.

La provincia de Palma también trabaja en el acompañamiento al preso. Ignacio Conesa, superior de la comunidad y capellán del Centro Penitenciario de Palma, acude a prisión para apoyar espiritualmente a los reclusos. En momentos de soledad es muy necesario tener al lado a alguien que te escuche y te comprenda. Por este motivo el padre Ignacio Conesa tiene claro que se debe estar a su lado. «Es una atención que no se limita a la eucaristía, se limita a ‘estar’, a estar con ellos. A la gente hay que convencerla de que estas personas tienen alma».

Y desde el alma queremos agradecer a todas las personas que asistieron a esta cena tan especial. El año que viene esperamos volver a veros a todos para poder compartir momentos únicos como los que hemos vivido este año.