Día de la Educación, la mejor herramienta de prevención
La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 24 de enero Día Internacional de la Educación, una jornada que tiene por objetivo reconocer a la educación como pilar del bienestar humano y el desarrollo sostenible.
La educación es la base y el futuro de la sociedad. Una guía para que los niños, y los no tan niños, conozcan un mundo que, dentro de no demasiado, estará en sus manos. Por eso la educación es tan imporante. Una buena enseñanza repercute directamente en la felicidad de las personas. Se crean jóvenes más preparados, para alcanzar unos objetivos laborales que les hagan sentirse realizados y así, más productivos, potenciando de esta manera el crecimiento social y económico de un país.
La Fundación
La educación ayuda a erradicar la pobreza y el hambre, a mejorar la salud, a fomentar la igualdad. Una realidad que, por mucho que se conozca, no se pone en práctica en todo el mundo. Hay 258 millones de niños y jóvenes sin escolarizar. Más de 600 millones no saben leer ni tienen unos conocimientos mínimos de matemáticas para defenderse en su día a día.
La Fundación está presente en escuelas de Sudamérica y Mozambique con un total de 6.699 alumnos escolarizados. Apostamos por la educación desde pequeños para evitar el ingreso a prisión en un futuro, que los más pequeños tengan una buena base para saber elegir el mejor camino. Los destinatarios son nuestras comunidades de Guatemala, El Salvador, Panamá, Venezuela y Mozambique (Xai Xai y Maputo).
Educación para todos
Para la ONU, sin educación de calidad, inclusiva y equitativa para todos y de oportunidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida, los países no lograrán alcanzar la igualdad de género ni romper el ciclo de pobreza que deja rezagados a millones de niños, jóvenes y adultos.
En la actualidad, 262 millones de niños y jóvenes siguen sin estar escolarizados, 617 millones de niños y adolescentes no pueden leer ni manejan los rudimentos del cálculo; menos del 40% de las niñas del África Subsahariana completan los estudios de secundaria baja y unos 4 millones de niños y jóvenes refugiados no pueden asistir a la escuela.