El Hogar Santa María de Cervellón y su larga lucha contra la trata de personas
Ayer, 30 de julio, fue el día mundial contra la trata de personas, desde Fundación Obra Mercedaria queremos condenar este grave delito que atenta seriamente contra los derechos humanos, permaneciendo invisible en demasiadas ocasiones para una gran parte de nuestra sociedad.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) estima anualmente en más de 2,45 millones las víctimas de trata y UNICEF denuncia que alrededor de 1,2 millones son menores. Según un informe reciente de la ONUDD, la actual crisis de la COVID-19 puede agravar aún más las condiciones de las personas víctimas de trata, a la vez que la crisis social y económica que estamos viviendo puede ser caldo de cultivo para un aumento del tráfico transfronterizo de personas. Las graves condiciones de pobreza y alta vulnerabilidad sumadas a los cierres de fronteras y las restricciones de los movimientos pueden favorecer la caída de muchas personas en redes de trata.
Vulnerabilidad de mujeres y niñas
Desde Fundación Obra Mercedaria queremos recordar que muchas de las personas víctimas de trata con fines de explotación sexual son sobre todo mujeres y niñas, y esta forma de violencia hacia las mujeres está directamente relacionada con las desigualdades de género en la educación, la formación o el ámbito laboral, caracterizado por la división sexual del trabajo y con la feminización de la pobreza. Todo ello ubica a las mujeres en una situación social y económica de alta vulnerabilidad, tal como podemos vivir en el Piso de Trata Santa María de Cervellón de la comunidad Guatemala.
A raíz de la actual crisis de la COVID-19, estas situaciones se están endureciendo, lo cual aumenta las probabilidades de captación de potenciales víctimas de trata. La obra social de los mercedarios, que se fundamenta en la libertad y la dignidad, seguirá trabajando para erradicar una de las más graves vulneraciones de los derechos humanos, en la que el mundo debe avanzar abordando de manera integral la trata de seres humanos con planes y medidas que contemplen todas sus finalidades, explotación sexual, trabajo forzoso, mendicidad, matrimonios forzados, comisión de actividades delictivas, y con un tratamiento de la trata de menores adecuado y en consonancia con las exigencias del Convenio de Varsovia.