Fratelli Tutti: reflexión desde la Cárcel

Lunes tuvo lugar una reunión de formación con los Capellanes de prisiones, responsables de Obra Mercedaria y voluntari@s.

El tema: «Fratelli Tutti: reflexión desde la Cárcel» con José Luis Segovia, sacerdote diocesano y vicario episcopal de Pastoral Social e Innovación en la archidiócesis de Madrid.

«Fratelli Tutti» es la nueva encíclica del Papa Francisco, firmada en Asís el pasado 3 de octubre, es una llamada al reconocimiento mutuo como hijos e hijas de Dios y, por consiguiente, un emplazamiento urgente a la fraternidad y a la amistad social como medios de reconstrucción de un mundo herido.

Se trata de la tercera encíclica escrita por el Papa Francisco. Estas palabras «Fratelli tutti» las escribía san Francisco de Asís para dirigirse a todos los hermanos y las hermanas, y proponerles una forma de vida con sabor a Evangelio.

Entre muchas de las cosas interesantísimas que se pudieron escuchar en la conferencia que impartió José Luis son:

El Papa Padre Francisco, no es un teólogo sistemático, sino un teólogo pastoral; a puesto en valor este tipo de teología, y «Fratelli Tutti» no deja de ser un ejercicio de teología pastoral. Las dos grandes líneas de este tipo de magisterio serían «Evangelii gaudium» -inclusión social de los pobres- y «Laudato sí» -necesidad del cuidado-.

«Fratelli Tutti» es una convocatoria a la fraternidad universal, en clave inclusiva, conecta el anhelo de justicia y libertad con una pastoral penitenciara (pastoral de justicia y de libertad).

Cada día, se nos ofrece una nueva oportunidad, puede ser vivido como una nueva oportunidad que genere corresponsabilidad. Esto lo podemos relacionar con el principio de perfeactibilidad y con nuestra pedagogía diaria con las personas privadas de libertad.

El núcleo duro de la encíclica, el resumen sería: en el desprecio de los débiles se reflejan las dificultades de llegar a pensar en un mundo abierto, con lugar para todos los seres humanos sin excepción que incorpora a los más frágiles y que al mismo tiempo es capaz de respetar todas las culturas.

El Papa, frente a los sistemas/sociedades cerrados, apuesta por pensar y por gestar un mundo abierto. Un mundo abierto dónde la gestión de la diversidad es imprescindible; es decir, como se relacionan las diferentes culturas, que es el gran desafío del siglo XXI según los politólogos. Hay tres grandes formas de afrontarlo:
- Asimilacionismo: la cultura dominante absorbe completamente a la cultura más minoritaria.
- Multiculturalismo: que haría bandera de la diferencia y dónde reivindicamos tantísimo las diferencias y las singularidades que nos olvidamos de los que nos vincula.
- Interculturalidad: apuesta por aquellos elementos que nos vinculan. Y el elemento que nos vincula a todos con claridad meridiana es la FRATERNIDAD, más allá de razas, religiones, …

El Papa habla de la fraternidad de los valores y de la cultura de los derechos, de los derechos sin fronteras; porque los derechos deben ser universales.
Los derechos son el factor institucional de las necesidades humanas; por eso los derechos no son un elemento accidental, no son simplemente un marco jurídico, son mucho más, son un componente ético y evangélico. Porque los derechos son la forma institucionalizada de responder a las necesidades humanas, y por tanto, de salvaguardar la dignidad de las personas.