Las mujeres son las grandes olvidadas también en las prisiones. Muchas son las personas que han denunciado las desigualdades que sufren las mujeres en los centros penitenciarios: cárceles pensadas para hombres y para los hombres, reflejo del machismo de la sociedad.

Las mujeres cumplen una doble condena, como presas y también como mujeres. Y además una triple: como  madres. Tienen menos recursos y menos visibilidad. A «El matí de Catalunya Ràdio» pasamos la mañana de San Esteban en la cárcel de mujeres de Wad-Ras, en el Poblenou de Barcelona, la única prisión que dispone de una unidad de madres donde las internas conviven con sus hijos.

Hablamos con cuatro de sus reclusas, Isabella, Sabrina, Maribel y Lisbeth; con la directora de la prisión, Soledad Prieto; con la catedrática de sociología de la UB y experta en prisiones de mujeres Elisabet Almeda; y con el padre Jesús Roy, mercedario y capellán de la prisión de Wad-Ras.