Lucía Escrivá: «Veo muchos gestos de solidaridad, generosidad y unión en las entidades sociales»
Entrevista del Bisbat de Lleida a Lucía Escrivá, educadora social de la Llar Pare Jofré de Lleida
¿Qué equipo está al frente del piso de reinserción Pare Jofré?
Actualmente estamos tres profesionales, Antonio Santos, monitor del piso, Consuelo Tenorio, integradora social, y una servidora. Trabajamos bajo la supervisión del P. Vicente Zamora, capellán del Centro Penitenciario de Ponent, y el P. Nacho Blasco, delegado diocesano de la Pastoral Penitenciaria. Actualmente, gracias a Dios, el recurso sigue en activo pese al estado de alarma nacional. Es cierto que al respetar las medidas sanitarias no hemos podido entrar el Centro Penitenciario de Ponent, ni se han realizado nuevas derivaciones. Sin embargo, mantenemos algunos internos de tercer grado los 365 días del año.
¿En qué se ve a Jesús resucitado en el sector de lo social?
Normalmente siempre nos fijamos en qué queda por resolver, qué problemas tenemos, qué dificultades tenemos enfrente, cuánto trabajo queda por hacer, pero… ¿dónde vemos a Jesús resucitado? Yo creo que tenemos una oportunidad muy buena para hacernos esta pregunta. Si miramos la cita bíblica de Mateo 25:31-46 dice: 35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; 36 estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. 37 Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? 38 ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? 39 ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?.
Aquí veo a Cristo encarnado y resucitado, en las personas que vienen a pedirnos ayuda, que nosotros acogemos y atendemos de la mejor manera que sabemos.
Desde Pastoral Penitenciaria se ha seguido este camino
Exacto. También veo a Cristo en una de las iniciativas que se ha hecho desde la Pastoral Penitenciaria, en la que los voluntarios mandan cartas a los internos y viceversa para recordarles que no están solos y que tienen su apoyo. También estamos trabajando en la Xarxa d’Entitats Cristianes d’Acció Caritativa i Social (XECAS) junto con otras entidades. Nos reunimos cada 10 días, y la verdad es que veo gestos de solidaridad, generosidad y de unión en este tiempo tan extraño.
Nos reunimos para saber cómo estamos cada uno, qué medidas se están tomando, en qué podemos mejorar, y sobretodo prevenir todo lo que viene ahora. No solo se trata de la crisis económica, sino también la crisis moral de todos los duelos que no se han podido vivir bien, de todo este tiempo encerrados que afecta psicológicamente y emocionalmente. El señor arzobispo de Lleida, Salvador Giménez, nos ha proporcionado un fondo comunitario y solidario para las necesidades que puedan ir surgiendo. Estamos abriendo una página web en la que estaremos todas las entidades, para darnos a conocer y para proporcionar nuestra ayuda.
Un mensaje de ánimo
Quiero agradecer la ayuda de todos los sanitarios, porque yo allí he visto a Dios, y darles mucho ánimo. También quiero agradecer a todos los que os habéis quedado en casa, a los que habéis salido a trabajar, y darle mucho apoyo y ánimo a las personas enfermas, especialmente de la Covid-19, a sus familiares, y a todos los que han perdido a un ser querido quiero darles muchos ánimos.
Y la gente se quedó en casa,
Y la gente empezó a pensar de forma diferente
Y la gente se curó pic.twitter.com/9syn1AThcW— Cultura Colectiva (@CulturaColectiv) April 3, 2020
Me gustaría acabar con un poema de una ex maestra estadounidense que se llama Kitty O’ Meara, que dice así:
Y la gente se quedó en casa.
Y leyó libros y escuchó.
Y descansó y se ejercitó.
E hizo arte y jugó.
Y aprendió nuevas formas de ser.
Y se detuvo.
Y escuchó más profundamente. Alguno meditaba.
Alguno rezaba.
Alguno bailaba.
Alguno se encontró con su propia sombra.
Y la gente empezó a pensar de forma diferente.
Y la gente se curó.
Y en ausencia de personas que viven de manera ignorante.
Peligrosos.
Sin sentido y sin corazón.
Incluso la tierra comenzó a sanar.
Y cuando el peligro terminó.
Y la gente se encontró de nuevo.
Lloraron por los muertos.
Y tomaron nuevas decisiones.
Y soñaron nuevas visiones.
Y crearon nuevas formas de vida.
Y sanaron la tierra completamente.
Tal y como ellos fueron curados.