El mercedario y actual arzobispo de Ciudad Bolívar, Monseñor Ulises Gutiérrez, lamentó que cada día existan más personas hurgando entre la basura buscando que comer, porque sencillamente no tienen nada que llevar a sus mesas. Para Monseñor Gutiérrez no se justificado que el pueblo venezolano viva está situación de calamidad, de hambre, pobreza extrema, siendo un país de mucha bonanza. “Creo que este gobierno ha administrado muy mal los recursos y riquezas del país”, sentenció.

La pobreza está atacando a toda la sociedad en general. “Ya no hablamos solo de indigentes o mendigos, sino de mujeres, hombres y niños buscando comida en la basura”, dijo Monseñor Gutiérrez. Retrató el drama que viven cientos de familias en Ciudad Bolívar que no tienen que comer. El mermado salario, y los altos costos de los alimentos, imposibilitan a una familia poder alimentarse como debe ser.

Compromiso con los desfavorecidos

Monseñor Gutiérrez siempre se ha mostrado muy sensible a la problemática que vive su país. En gran parte debido a la educación y los valores que recibió en su infancia. El arzobispo de Ciudad Bolívar realizó la Primaria en su pueblo natal y sus estudios secundarios en el Seminario Menor de San José de Coro, dirigido por los Mercedarios, y en 1967 entró al Noviciado Santa María del Olícar, de la misma Orden, en España. En el Filosofado de Santa María de el Puig, en Valencia (España), inició la preparación a las órdenes sagradas que continuó en Venezuela, frecuentando la Teología en el Seminario Santa Rosa de Lima de Caracas.

“Hace poco me encontré con un señor que estaba buscando comida en la basura, y conversando con él me decía que trabajaba, pero que su salario sólo le alcanzaba para alimentar a sus hijos, pero él tenía que alimentarse de la basura”, expresó. Señaló que ver está realidad es deprimente, doloroso, preocupante y muy triste, “porque son más los grupos de personas en edificios, supermercados buscando alimentos tres y cuatro veces al día en las bolsas de basura, que obviamente están contaminados, porque están mezclados con todo tipo de desperdicios y excremento de ratas (…)”.

Más implicación del Gobierno

La realidad del país cada vez es más preocupante. Incluso la sede arzobispal se ha convertido en un ente receptor y emisor de medicamentos. Explicó que a través de Caritas de Venezuela han estado apoyando hasta donde se ha podido la falta de medicinas. Pero, “cada vez son más y más los pacientes que buscan medicinas, y da dolor decir que no tenemos esto y aquello”.

El arzobispo de Ciudad Bolívar lamenta que el gobierno pretenda hacerse de la vista gorda y no ver esta situación “que clama al cielo” por una respuesta urgente, más allá de una caja o bolsa de los llamados Clap (Comités Locales de Abastecimiento Popular). El prelado se hizo eco del mensaje de cuaresma de este año para que todos los venezolanos se abran al camino del amor a Dios. “Abramos nuestro corazón, y nuestro bolsillo, y podamos ponerlo al servicio del que sufre, es el llamado que Jesús nos hace en el Evangelio”.