Prisiones cierra 2020 con la cifra más baja de reclusos de esta década: 47.373
El año 2020 se cierra con la cifra más baja de reclusos de la última década con un total de 47.373 internos en las prisiones de la Administración General del Estado —todas salvo las de Cataluña por tener transferidas las competencias.
La cifra supone un descenso respecto a 2019, que concluyó con 50.129 internos, según informa Instituciones Penitenciarias en una nota de prensa en la que expone su balance anual. De esos 47.373 internos actuales, solo un 7,4 por ciento son mujeres: 3.514 frente a 43.859 hombres.
Para mejorar esta cifra hay que remontarse a 2002, que cerró con 44.924 internos, mientras que 2009 fue el año que registró la mayor población penitenciaria, con más de 65.500 personas, un 38 por ciento más que en la actualidad. El descenso se atribuye a las sucesivas reformas del Código Penal y, en especial, a la introducción de la suspensión de la condena.
COVID-19
En cuanto a la incidencia del coronavirus, Prisiones destaca que, pese «a su carácter cerrado», las cárceles han terminado el año «con una afectación significativamente más baja que la población en general». Con una cifra acumulada desde la llegada del coronavirus inferior a los 800 positivos, la tasa de afectación es 2,2 veces inferior a la de la población en general.
En cuanto a contagios entre funcionarios, el número acumulado de positivos durante la segunda oleada ha sido inferior a 700, mientras que en la primera ola fallecieron cuatro funcionarios de las prisiones de Alicante, Cuenca, Soria y Teruel.
La pandemia también ha supuesto la incorporación de las nuevas tecnologías debido a la restricción de las comunicaciones durante el primer estado de alarma, y que trató de paliarse con un sistema de videollamadas. Cuatro centros penitenciarios han comenzado este mes a sustituir las tradicionales cabinas de teléfono por videocabinas y se espera que a lo largo de 2021 se extienda a todos.
En 2020 se implantó además el Programa de Delitos Económicos (PIDECO), el primero a nivel mundial para la reinserción de condenados por estos delitos, que en octubre superaban los 2.000 internos, un 5,6 por ciento de la población reclusa.