No todo es violencia en Venezuela. Los mercedarios dedicamos nuestro tiempo a hacer felices a los más pequeños. Cómo en el caso de Tirso de Molina donde apostamos por la formación de todos ellos a través de un plan de becas de estudios.

Se trata de uno de los barrios más conflictivos de Venezuela. Estamos llevando a cabo una dura tarea social y educativa a la parroquia y en este colegio público.

Colegio de corte social que ha cambiado la vida de muchas de las familias sin recursos de la comunidad de La Alameda, una localidad que se encuentra en Burunga, Distrito de Arraiján, Panamá Oeste.
Burunga se inició primero como una escuela pública con el Ministerio de Educación, pero debido a discrepancias con el gobierno por el tema de ayudas, decidieron hacerla privada -tomando el nombre actual de Colegio Federico José Humbert Azcárraga- gracias al apoyo/financiación de FESPEN (Fundación Educativa San Pedro Nolasco) compuesta por cuatro organizaciones: la Asociación de Religiosos Mercedarios, Asociación Pro-Niñez Panameña, Fundación Sus Buenos Vecinos y Fundación Federico Humbert.
Nuestro objetivo es tratar de tocar ese corazoncito y darle esa oportunidad que todo niño merece. Tener esas aspiraciones a recibir una educación de calidad igual que pueda recibir cualquier otra persona con recursos. Lo que tratamos de ofrecerlos es que tengan esa calidad, no solamente en la parte de infraestructura, sino también en la formación integral, en valores y en la parte académica.
(676 niños de 4 a 14 años)

Dentro de la necesidad, pobreza y carencia de valores, nace este Centro como idea de la Obra Mercedaria en Panamá, bajo la administración de los Religiosos Mercedarios, siendo una respuesta a la situación de descuido y de indiferencia ante la educación de los niños de la comunidad de El Chorrillo.
Nuestro colegio tiene como meta principal la educación y prevención desde edades muy tempranas.
Se trata de rescatar a los niños que se encuentran en un entorno rodeado de violencia, pandillas y pobreza.
Educar con necesidades exige grandes esfuerzos, por esto los que formamos parte de esta misión, lo hacemos convencidos de que los frutos obtenidos serán de mucho provecho para nuestra sociedad.
(687 niños de 4 a 14 años)

– CET (Centro de Estimulación Temprana) San Pedro Nolasco (96 niños de 0 a 3 años)
Centro que ofrece servicios de estimulación temprana y educación inicial de alta calidad, esperando tener como resultado niños que estén en condiciones de ingresar a la educación formal habiendo logrado los hitos correspondientes a sus edades y en una condición de salud física y emocional óptima y de esta manera puedan desarrollarse plenamente en centros educativos y en sus comunidades.
– CAIPI (Centro de Atención Integral para la Primera Infancia) San Ramón Nonato (98 niños de 1 a 3 años)
Un espacio seguro donde pueden desarrollar sus habilidades que estimulan sus destrezas motoras, junto con nuestras facilitadoras.
¡Su presencia llena nuestros pasillos de mucha alegría!

Hacemos posible que jóvenes puedan estudiar para posteriormente ingresar a la universidad. Ahora es el momento de darles herramientas para que en un futuro tengan muchas más posibilidades. 2.872 alumnos.

En 2017, los mercedarios pusimos en marcha en Maputo, en el barrio de Matola T3, un centro de atención a personas albinas con el objetivo de proteger y mejorar la calidad de vida de éstas personas. En este proyecto también nos ayudan las Hermanas Mercedarias de la Caridad; un trabajo conjunto que sin ellas sería casi imposible.
El proyecto se ha ido construyendo en tres líneas fundamentales:
-Prevención del cáncer de piel: Educación en cuidados y acceso a medios de protección.
-Integración social: Sensibilización en la sociedad y empoderamiento de las personas albinas. Formación y acceso a un empleo. Articulación con el tejido asociativo.
– Derechos Humanos: Lucha contra la discriminación. Exigencia al gobierno de que asuma sus deberes respecto a las personas albinas, de respetar, proteger, promocionar sus derechos humanos.
Este centro de día se ha convertido en un punto de referencia para las personas albinas. En la actualidad hay 760 personas albinas inscritas, de todas las edades. El número no deja de incrementarse. En Maputo se estima que hay unas 3.000 personas albinas.
Estas personas se están constituyendo en grupo de autoayuda, al tiempo que aprenden a cuidarse, acceden a cremas protectoras solares, revisiones periódicas de la vista y gafas de baja visión.
Se realizan también talleres de formación de todo tipo: de costura, artesanales, culinarios, informática, inglés, de salud…
Y también ayudamos a 50 familias con comida, y se imparten clases de refuerzo para aquellos niños que lo necesitan.
Con este proyecto queremos concienciar a la población y a su vez proteger a este colectivo de esta lacra que es ser albino en África, y más concretamente en Maputo; y a su vez aliviar, aunque sea un poco, esta situación tan degradante que viven y ayudarlos a tener un futuro mejor.

En El Salvador llevamos a cabo una fuerte labor de promoción humana a través de nuestras tres residencias universitarias.
Son hogares muy especiales, porque no solo se ofrece un techo y comida diaria a los residentes, sino que también se les da acceso a formación profesional.
Todos ellos chicos y chicas que no tienen posibilidad de acceder a la universidad. Se trata de una gran oportunidad, debido a la situación económica de sus familias, que no pueden afrontar una inversión económica para ofrecer a sus hijos unos estudios universitarios.
60 plazas para jóvenes beneficiados por este proyecto que les ayuda a buscar desarrollo personal, libertad y progreso para sus vidas.
En definitiva, una gran obra social de promoción humana, prevención y también de reinserción para algunos de ellos.

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