Sin dinero no hay justicia
Las personas con menos recursos corren especial riesgo de ser encerradas durante meses, a veces años, en celdas sórdidas y masificadas, sin haber cometido ningún delito. Sucede en muchos lugares. Pero hoy aqui hablamos de Mozambique. Lo que preocupa a las autoridades es que más de la mitad de los internos (64 por ciento) que se cumplen penas de entre tres meses y un año. La mayoría de estas personas fueron sancionados por los delitos de hurto y robo. Para solucionar este problema (hacinamiento de los reclusos en las cárceles y hay varios procesos en espera de juicio), las autoridades judiciales y policiales propone adoptar una serie de acciones . La mayoría de los presos que están en la cárcel o son malos o peligrosos … son pobres y por lo tanto no puede pagar la fianza y sin acceso a ayuda legal porque no tiene dinero para pagar a un abogado para defenderlos.
El Director General del Sistema Nacional de Prisiones, John Zandamela, dijo que la mayoría de los 119 están en las cárceles de hacinamiento de Mozambique. En la actualidad, estas prisiones albergaba 13.453 personas, 4.704 de los cuales están aún en espera de juicio. Sólo en la provincia de Gaza (donde cuatro distritos no tienen cárceles), Xai-Xai, capital provincial, tiene capacidad para 50 internos pero ahora alberga a más de 300. «En estas condiciones es difícil de asegurar los derechos de los reclusos, incluyendo la garantía de la atención médica básica… peor porque algunos prisioneros recoger la cadena cuando ya están enfermos y cuando lleguen allí que la enfermedad empeora, y si el la enfermedad se propaga fácilmente a otros contaminantes «, dijo Zandamela.
Casos. José Capitine
Un caso significativo ocurrió en 2012. A José Capitine le arrestaron mientras vendía esculturas junto a la carretera, en la ciudad de Maputo, la capital de Mozambique. No era culpable de ningún delito ni se celebró ninguna vista judicial para examinar su caso, pero José pasó 12 largos años en la cárcel. Nunca le representó abogado alguno y todavía hoy no sabe por qué estuvo tanto tiempo en prisión. Fue liberado en septiembre de 2012, tras sendas intervenciones por escrito de Amnistía Internacional y la Liga Mozambiqueña de Derechos Humanos.
El Fiscal General reconoció que la detención de José Capitine fue irregular.Sin embargo, José no ha recibido ninguna compensación por todos los años en los que ha estado privado de libertad. Le han robado 12 años de vida y no ha pasado nada.
Ana Silvia, acusada de asesinato sin pruebas
Uno de los casos más significativos es el de Ana Silvia (nombre ficticio). Fue acusada y condenada por el asesinato de su madre cuando tenía 15 años. Su madre apareció muerta la mañana del 10 de noviembre de 2010, pero no se realizaron pruebas adecuadas para demostrar que ella estaba involucrada. No se llevó a cabo ninguna autopsia ni se encontraron evidencias que la implicaran. La policía la amenazó con pegarle para que confesara el crimen.
El 11 de noviembre de 2010, después del funeral por la muerte de su madre, la policía fue a la casa de Ana Silvia y le pidió que pasara por la comisaría del distrito de Moamba, en la provincia de Maputo. Su padre fue con ella. Los policías la interrogaron en presencia del “Chefe de Queateirao” (persona responsable del edificio). Fue acusada de haber acabado con la vida de su propia madre tras la información que proporcionó este vecino. Dijo que Ana Silvia había discutido con su madre unos días antes. Eso fue suficiente para que se convirtiera en responsable de su muerte.
De nada sirvieron sus palabras. Declaró que su madre dejó la casa en la mañana del 9 de de noviembre y regresó por la noche, después de que ella se hubiera acostado. El día siguiente se levantó y encontró el cadáver. No pudo explicar qué había ocurrido. Estuvo durmiendo toda la noche.El 9 de julio de 2012, después de más de 20 meses detenida, fue acusada de asesinato y sentenciada a dos años de cárcel. Como ya había pasado más de la mitad de la pena en prisión preventiva, fue liberada. Jamás se realizó autopsia alguna al cadáver de su madre.