«Temps Mort» -Jóvenes- Capítulo 8: Profesionales del sector penitenciario
(Foto de portada, de izq. a dcha.: P. José María Carod, mercedrio y capellán del C.P. de Jóvenes de Barcelona; Alicia Casals, subdirectora de tratamiento; Núria Ortín, directora de la Fundación Obra Mercedaria; Lluís Plaza, director del C.P. de Jóvenes y Mati Fructuoso, periodista del Departamento de Justicia)
Parte I: «¿Cómo he llegado hasta aquí?»
Después de sentir siete testigos de chicos y chicas de entre 20 y 24 años privados de libertad, preguntamos a diferentes actores sociales y políticos para que sirve la prisión y que habría que cambiar. En la primera parte del capítulo conoceremos como se hace el ingreso a prisión, qué impacto tiene en los internos, qué aspectos se trabajan durante la privación de libertad y de qué recursos dispone el sistema. ¿Son suficientes? Hablamos con la consejera de Justicia, Gemma Ubasart, y con profesionales de la justicia, la psicología y el tercer sector.
Audio/Parte I ⇒
Parte II: «Cuando salga, ¿dónde voy?»
En la segunda parte del capítulo hablaremos sobre la vuelta a la libertad. Preguntamos a profesionales del sector penitenciario, a voluntarios y a la misma consejera de Justicia si el paso por la privación de libertad prepara los jóvenes para reintegrarse a la sociedad. O bien si ha sido un tiempo muerto. Repasamos los recursos de los cuales dispone el sistema en la etapa de acompañamiento postpenitenciario y las barreras que encuentran más allá de los muros de la prisión. Y, sobre todo, hacemos una pregunta a todos los protagonistas: ¿el encarcelamiento, sirve o hay que buscar alternativas?
Audio/Parte II ⇒
(Artículo de Temps Mort)
El medio abierto, la apuesta para reinsertar los jóvenes encarcelados
Un buen acompañamiento postpenitenciario y las medidas penales alternativas aumentan las posibilidades de rehabilitación de las personas privadas de libertad
En Cataluña, dos de cada diez personas que han pasado por la prisión vuelven a delinquir una vez están en libertad. Son cálculos del Departamento de Justicia. Es una de las tasas de reincidencia más bajas de Europa.
Aun así, los profesionales del sistema de ejecución penal catalán lo tienen claro: hay que apostar por el medio abierto y las medidas penales alternativas porque la cifra todavía se reduzca más. Es el único punto en el cual están de acuerdo todos los protagonistas de «Temps mort», un podcast dedicado a visibilizar el impacto de la privación de libertad en la población joven. Y es que… ¿por qué sirve la prisión y que habría que cambiar?
«Es absurdo que se plantee reinsertar una persona alejada en un centro penitenciario, y no de forma conectada a la sociedad.» Es una reflexión de Marc Viu, abogado penalista y voluntario a la entidad Justicia y Paz. Como otros profesionales del sector, considera que hay que cambiar la visión que la sociedad tiene de la prisión: que deje de verse como un espacio de castigo para ser una herramienta real de rehabilitación.
De izq. a dcha.: Lupe Traserra, psicóloga y criminóloga del C.P. de mujeres Wad-Ras, en Barcelona; Núria Ortín, directora de la Fundación Obra Mercedaria y Marc Viu, abogado penalista y voluntario de la entidad Justicia y Paz
Para conseguirlo, apunta a la necesidad de dotar los programas de medio abierto de recursos económicos y de personal. El medio abierto es un conjunto de medidas penales que se desarrollan fuera de la prisión, en el ambiente comunitario.
Pisar la calle despacio
La eficacia del medio abierto está demostrada por las estadísticas de Justicia. Las personas que salen en libertad definitiva desde el tercer grado, es decir, después de hacer permisos y una vuelta progresiva a la sociedad, tienen una tasa de reincidencia del 10%. En cambio, más de la mitad de los internos que viven la condena en el medio cerrado vuelven a delinquir cuando son libres.
Gemma Ubasart i González, consejera de Justicia, Derechos y Memoria
El acompañamiento postpenitenciario es clave para lograr la rehabilitación, sobre todo cuando se trata de gente joven. En el Centro Penitenciario de Jóvenes están encarcelados chicos de entre 18 y 24 años. La mayoría están por delitos contra la propiedad o el orden socioeconómico, el tipo de delincuencia donde la reincidencia es más habitual.
Una vez cumplen la pena, los jóvenes tienen que buscarse la vida. ¿El paso por la privación de libertad prepara los jóvenes para reintegrarse a la sociedad?
María Jesús, educadora social del C.P. de Jóvenes de Barcelona
Si no quieren volver a la prisión, tienen que desistir del delito. Para conseguirlo, es esencial que la persona encuentre una casa, acceda al mercado laboral y viva en un ambiente estable.
Pero, a la vez, son factores que difícilmente se pueden gestionar desde el aislamiento penitenciario, por eso, especialistas como Marc Viu remarcan la importancia de hacer programas de tratamiento que faciliten la vida en el exterior: » Con el tercer grado, la persona puede trabajar las situaciones desiguales que la han llevado en la prisión».
Medidas penales alternativas
El P. José María Carod junto al equipo de «Temps Mort»
«Es imposible pensar que tenemos que romper todos los muros de las prisiones«, dice el padre José María Carod. Es un cura mercedario que trabaja en el centro de Jóvenes desde hace casi 20 años. «Hay gente que no puede vivir en sociedad, pero no todo el mundo, por eso tenemos que apostar por las medidas penales alternativas».
Él propone que se actúe incluso antes del encarcelamiento para evitar la rotura con el entorno familiar, personal, laboral y comunitario de la persona. Especialmente, si el condenado es alguien joven que tiene toda una vida por delante. Por eso, plantea que los jueces dictaminen más a menudo soluciones como los trabajos en beneficio de la comunidad: «Sería una lección de convivencia para el condenado, pero también para la sociedad».
El Consejo de Europa confirma que durante el 2022 la mayoría de los estados miembro han aumentado las medidas que no comportan privación de libertad. Algunos ejemplos son la vigilancia con tobillera electrónica, los servicios comunitarios, los tratamientos de deshabituación de las drogas o la obligatoriedad de hacer formaciones.
La activista política Angela Davis dice en su libro «¿Podemos abolir las prisiones?» que, para lograr un mundo sin centros penitenciarios, hay que hacer muchas transformaciones radicales en la sociedad, y no solo en el sistema de ejecución penal. Y hace referencia al profesor Arthur Waskow: «La única alternativa completa a la privación de libertad es construir sociedades que no necesiten prisiones».
Es un ideal con el cual la mayoría de los protagonistas de «Temps mort» están de acuerdo, pero hoy por hoy no parece factible. Por lo tanto, la apuesta conjunta a corto plazo es el fortalecimiento del medio abierto y las medidas penales que no supongan el aislamiento total de la persona respecto a la sociedad a la cual, algún día, tendrá que volver.