Un rayo de luz y alegría en la cárcel Ndlavela de Mozambique
Tal como decía Martin Luther King, «Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol». Y es que la vida hay que vivirla con esperanza, porque de las situaciones y contextos más tristes o dramáticos, pueden producirse grandes noticias. Como el nacimiento de esta preciosa niña que acaba de cumplir un mes y dos semanas en la Cadeia (Cárcel) de Mujeres Ndlavela.
La madre entró embarazada en el Estabelecimento Penitenciario Especial para Mulheres, y pese a que no recibió ningún tipo de atención médica durante el proceso de gestación, el bebé nació con muchísima salud y la madre no tuvo ningún tipo de secuela. Un milagro que hemos vivido día a día a su lado. En nuestro acompañamiento a las internas de esta cárcel de Mozambique tratamos de apoyar a las chicas, escuchar sus problemas, hacerles sentir que en todo este proceso no están solas, sino que tienen a alguien a quien poder dirigirse y expresarse.
Cuando pensamos en prisión imaginamos a un adulto dentro de la cárcel, un culpable purgando una pena, pero en esta caso la realidad es la de un niño, un recién nacido o un infante de tres años encarcelado, así son los días de las mujeres reclusas con sus hijos en muchas cárceles del país. Esta situación, aunque parezca mentira, no sólo ocurre en África, sino que España tiene muchos casos como este en sus prisiones. En el ENLACE puedes leer la noticia con todos los datos.
Los mercedarios estamos ayudando a esta madre a sacar adelante a su hijo, pero un poco de leche o ropa seria de gran ayuda, ya que la niña crece muy rápido, cosa que celebramos y nos hace sentir orgullosos.
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